Sin llegar a una sima, tan solo alcansandola por completa, sin partes, sin pedasos, sin enero, ni julio. Una cabeza , alojamiento de ese particular, el cine de los espectáculos de los fragmentos diarios, de las horas hasta minutos de la casita de los pájaros. Y sin acotar que esos ojos .. un martillo, y una casa. Somatizando color rojo, se escurre entre las muecas de una onda desplegada a mil por tres colores más dos besos si la persecución es del oeste , llegando a la orilla se lanzó al gran despliegue , pleno pulmón, y una sujetada de garras, pero más mano que garra, mas dedos que garras, más suave que esos rayones que se escapan desde las seis de la tarde hasta las ocho a más tardar.
-No hay nada, lo amas, no queda nada.
oh que lindo
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