martes, 12 de junio de 2012

Un carro de ojos


Un pájaro nunca vuelve, yo nunca vuelvo , la primera letra nunca vuelve a su figura, el cuerpo nunca vuelve.Uno va mordiendo el ladrillo , chocando las manos con el asfalto que no me gusta tanto, pero no es más que un crimen , un chiquero.La linda voltereta antes de entrar a la jaula , o matar a un tipo, para hacer paso a la puta brisa que achicharra los ojos, y de raya en raya, fue que me corté la persiana de no de ellos.
Parpadeas , el callejón se pone feo, parpadeas , no puede ser que no se detengan a ver que hay un árbol en la esquina, que es hermoso, parpadeas , y el hijo de puta ya te mató.
Con lo hermosa que es la Luna, el ojo es el más violento, las palabras no permanecen, pájaro/vuela , pero las películas marcan los nervios, reprimen los músculos, y raspan los huesos.
"Una imagen vale más que mil palabras" dicen , entonces digo, que en los ojos esta el espacio de colores, una galaxia dividida en dos, para cada uno, un mundo de jau-lita de ratón que lo transmite ó una dictadura.

Fumate un pucho, el humo me llega, mirame, te estoy mirando,  también me llega.

Cosita linda, acá lo tenes todo, y también lo ves, en esos ojitos tan humildes como la madera de un árbol muerto, que no rompe la cadena de vida. Por eso es que las palabras a mi se me caen de la boca, nunca salen, nacen amarillas, o muren vírgenes sin que se las manosee, porque no se las escucha.
Ojo/cristal, diamante/sol/ecosistema de bichos raros/la nave.
Un clavo bonito, una trompada, un mar de amores, el saludo más cordial entre poetas está en la mirada, en la mira de la flora en cualquier estación.
Esa violencia de la que te hablo está en el mismo lugar donde te busco cuando te hablo, la ventana más cercana a la tuya, y justo enfrente. Mentira si duele, "mentira la verdad", te duele cuando se anhela a los ojos, la carne pierde de verdad, lo que transforma un manojo de figuras.Mentira, duele imaginarse el dolor, porque el dolor no es más que otra de esas cosas para imaginar.Cayendo al otro barrio, las ventanas te sacan clavos, y te ponen fríos, entonces agrego a mi servilleta que...  los ojos imponen la autoridad, el miedo y el respeto, uno es dictador de sus ojos, o sus ojos son el dictador de sensaciones congeladas en escenas, en párrafos, coma, guion.

Después lloran, esos sin vergüenza te sacan hasta la ultima gota de sal que le queda al alma, pero les doy su valor , los quiero y me asusta.





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