jueves, 13 de septiembre de 2012


Por la ventana se veía la silueta de la silla más fina, o su delgada espalda de mármol. La película era eso, quedarse a ver por la ventana, cuando optaba caminar por ahí, pasar despacio con la sangre a medio correr y detenerme en las flores del jardín , subir de a poco la mirada según las macetas, según mi tiempo, hechar un vistazo a la cortina e interrumpir con la columna  y seguir por el escalón de huesos.

Con pasar cerca cada tanto, pisar esas veredas , ver a tu vecino el loco, el y yo sentimos que es un acto de cariño, de presencia para no te olvides ni de nuestros nombres.

Se te está buscando,

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