sábado, 26 de enero de 2013

El niño azul


Las luces que abandonaron el cuerpo endurecieron los pies del niño azul, sobre su silla pequeña quedándose allí, su cuerpo no entra en su alma vieja, alma de cadáver, alma de cajón.Con el tiempo en direcciones de relojes de pared, va soltando la carga pesada en los pequeños pasos de quien, ama el agua y deja correr la sangre, en desagües sin edad, perdidos del rostro materno y cualquier otra estrella.

Amante de la vida derramada en un calor insoportable, que los poros no podrían volver a supurar.Reflejo bello en dolores de cristal, hay que curar a ese niño , hay que curar a ese joven.

Drena tu fluido calor sobre la cera, corre como río y llora en la noche, nace en la mañana en soles rojos, que recorren las venas.Tu dolor complace al muerto que acaba de nacer en mi olvido, siembra el fuego lejos de su piel para no quemarse, para dejarlo vivo , para recordar. Recorre los restos de la Luna, y fuma el aire de su pecho, pechito de paloma y bien afuera el veneno que mata por dentro, asqueroso sentimiento cuando es de otro. 

El otoño enterrado en el agua lo tapo tu reflejo, cuando te brillaban los ojos, no pudiste ver el Sol rompiéndote la cara, y esa mi amigo, es una batalla que tenemos conquistada.Pero hay soles que no mueren ni matan, solo dejan la hierba crecer.




1 comentario:

  1. Qué casualidad..todos estos días pensando en un azul tan inocente o, no sé, ingenuo y aniñado..
    Qué azul tan distorsionado, tan frívolo que devolviste..decís dolor y se siente dolor, qué don.
    Soy redundante, ya sé, pero tengo que decirlo otra vez, cuánto invierno..


    Olvidé contarte..no sé si es lejos o cerca, porque para mí todo es grande y lejos en tu ciudad que no sé si es tu ciudad, pero volví a ella, recorrí todos los cafés y veredas de Scalabrini Ortiz y unos pocos por Corrientes y te aseguró que en alguna taza o en algún cigarro se me vino a la mente alguna de tus letras..

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