No soy yo quien te trata mal, ni te hace daño
Suelo irme cuando la fiera quiere joderte
La carne es un daño que también existe en mi
me quita el sueño, y quema todo calor
cuando tus brazos me agarran
desde otra orilla suelo rogar estar en ese mar.
Recibir la tibieza de tu ser dormito en mi lado izquierdo
me hace llorar, por mi demonio que lo enfría todo.
La carne es un daño que se desgarró de mi
quiero decir, amarte es una gloria caótica
que llega a mi, y no para si no cena.
Por más rasguño, y baso roto
veo tu calor en la mesita de luz,
dando su brillo antes del sueño.
Y me siento amada, y destructiva
en ese momento vuelvo a estar ahí
deseando la calma en tu pecho
que mis daños atormentan.
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