lunes, 19 de agosto de 2013

1450


Mi problema hasta ese entonces era ver a los hombres como niños, con mi sensibilidad inútil y mutilada he llegado a confundir mis amores con mis hijos.Más aun era peor dejar mi puesto de mujer, para transformarme en la muerta eterna que puede atar a un hombre la vida entera. Una desobediencia natural, pero llegada con mucho gusto porque ,yo soy consciente de mi daño , apretaba bien los dientes cuando sentía el sacrificio llamando a la espera, mordía mi propia sangre solo para sentirla aunque fuera yo quien acuda a ella , como el gran masturbador que decide sudar sus manos , hacer el trabajo sucio, que luego aprende a sentirse satisfecho de eso. Yo diría más bien "el que aprende a darle gusto a las espinas de una sola sombra."
 Pero ya he amamantado mis fracasos tiempo suficiente como para que puedan comer lejos de mi, ahora suelto los candados viejos que le dan oxido naranja a mis manos, eso naranja no es el sol ni el medio día.Desde la parte que sobra entre las costillas, hasta el pecho planchado asumo mi derrota como una victoria re-ahogada, sin gusto y me voy.

1 comentario:

  1. Me has cagado a trompadas y a vos te ha cagado a trompadas la casa 4, los hijos, la historia, la nostalgia, el óxido o la resistencia, las manos atadas, los novios abortados y tu propia vida.
    Un encanto, como todo lo que desborda de esos deditos mágicos (obviamente representantes de una mente acuosa y creativa)

    pd: no me queda mas que ir a ver alguna película francesa de temática esperanzadora y de lindas imágenes.

    ResponderEliminar