En un desfile lento
a la pequeña muerte,
la que desata el olvido, o el monumento
un peso enterrado y cocinado
Un muerto a quien querer
con super-poderes en la ultima escena
queriendo superar lo viejo
entre rojos y vedes
los ojos a pleno cristal
ese espejo maldito que te marca
un reflejo no parecido
y muy sufrido
que queda bien guardado
en lugares de lluvia
para que vuelva el frío.
Los daños sobre maderas mojadas
y un profundo olor a humedad
conserva la obra que cautiva la memoria
el adiós definitivo, pleno funeral
con flores de papel,
por soñador.
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