- ¿te atrapé! no ves, acá está-.
Entre cada ola, el mar depreda la costa, humedeciendo las plantas del pie, achicharrando esa piel, que el viento no puede dejar en paz. No encontré orilla, pero estoy dentro , las paredes humedad del viento marcan tu pared, saliste para que esa cosa que llamas cuerpo, quede mutilada en un colchón.
- No te acordas, me imagino, si lo haces todas las mañana-
Dormido, dor mi di t t o, dormi dón, con algodón debajo de la cabeza, para la humedad del alma, ya que cada día somos una planta en germinación;
- Las raíces por favor, debajo de la cama-.
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